«Hola:
Buscando información acerca de perros beagles llegué hasta ustedes, les presento a mi bebé, él se llama Dimmu, tiene 7 meses, y somos de Chile (Santiago).
El proceso de adaptación de Dimmu con nosotros fue un poco complicado, destrozó algunas cosas, pero comprendimos que era espacio lo que necesitaba, él solo quería jugar, morder, saltar, así que en la tarde al llegar del trabajo, en el parque lo dejamos jugar libremente con otros perros que viven en departamento también, llega cansadísimo.
Es muy inquieto y distraído, puede escuchar un ruido a distancia y deja de hacer lo que está haciendo y sigue el ruido…. Aún tiene muchas cosas que aprender, pero se esfuerza por ser un perrito obediente. Sabe cuándo algo está mal, mira con sus ojos de “perdóname”, y es imposible retarlo por alguna maldad que haya cometido.
Lo único que no he podido quitarle es que a veces orina mi cama, y es molesto estar enviando al lavaseco las frazadas y cobertores, en realidad no sé por qué lo hace. Cuando me descuido y dejo la puerta abierta del dormitorio, entra y deja orines en el cobertor.
¿Qué puedo hacer? O ya no cambiará y tendré que dejar la puerta del dormitorio cerrada siempre?
Muchas gracias por crear un sitio tan lindo como este.»
¿Qué hacer con los perros que orinan la cama?
Antes que nada, recomiendo leer el artículo que escribí hace tiempo sobre este asunto, porque realmente el número de dueños que tienen perros que orinan la cama es mucho mayor del que nos creemos. Por mi experiencia, diré que la mayoría de las veces creo que está relacionado con un mal gesto nuestro en esos días en los que descubrimos a nuestro cachorro haciendo pis dentro de casa. Recuerda que reñirle no es la mejor idea, hay que sacarlo inmediatamente fuera.
Con nuestro enfado, el cachorro interpreta que no queremos que haga pis, que está mal,… cuando en realidad lo que nos molestó fue el SITIO en el que lo hizo. Así que la próxima vez el perro lo que hará será esconderlo, y qué mejor manera que hacerlo encima de una cama, o una alfombra (o tela) que absorba ese líquido amarillo.
También puede ocurrir que ese gesto del perro se convierta ya en una costumbre. Entonces hay tomar medidas más drásticas: mantener (durante un tiempo) puertas de dormitorios cerradas, quitar alfombras, etc… y sacar más veces fuera al perro, para que lo haga en la calle. Así durante un tiempo, y se le quite ese feo hábito.
