Este email llegó desde Culiacán, Sinaloa (México) y al abrirlo pensé «demasiado texto, esto habrá que resumirlo«, pero cuando empecé a leerlo cambié de opinión, hubiera estado horas y horas leyendo historias de Gabriela y su beagle.
«Hola a todos.
Les voy a presentar a mi Maya, justo hoy 24 de noviembre cumple 1 año.
Parece que fue hace años que llegó a mi casa el 7 de enero, porque es un miembro más de la familia y está perfectamente integrada. Recuerdo que fue un flechazo mutuo, yo iba a ver a su hermanita (Maya ya estaba apartada e iban a recogerla esa misma noche); pero Maya se me acercó corriendo y puso sus patitas en mis piernas y yo me agaché y nos quedamos enamoradas la una de la otra, tanto que me la llevé en ese mismo momento, antes de que llegaran por ella. Aunque yo quería un Beagle, ya había visto otros cachorritos, pero no me había decidido porque se atravesaron las vacaciones navideñas y salí de viaje, y justo 2 días después de conocer a Maya, yo volvería a salir de viaje, así es que mi intención no era regresar esa noche a mi casa con un cachorro, pero con tal de no perder a Maya, prácticamente nos fugamos, y la señora que me la vendió me dijo que me la llevara ya, antes de que llegaran por ella. Asi es que a pesar de que Maya pasó las primeras 2 noches conmigo, las siguientes 3 en una guardería y las siguientes 2 en casa de mis papás, realmente casi no dió lata por las noches.
Al igual que todos los dueños de beagles, Maya me destrozó todos mis zapatos, tuve que comprar pantalones de vestir porque poco a poco me los dejó inservibles (los de mezclilla los sigo usando), destrozó los cables del teléfono, del internet, de la computadora, del sistema de televisión satelital, de la plancha, etc. etc., sin embargo con el tiempo ese problema fue desapareciendo; en cuanto a morder las manos, Maya lo sigue haciendo, pero jamás nos lastima, lo hace prácticamente con ternura y amor, de cachorrita vaya que si nos clavó sus colmillos.»
«Sin embargo no estoy de acuerdo con que la mayoría al describir a un beagle diga que es una raza muy necia; en lo personal yo defino al beagle como la raza más: SIMPÁTICA, CARIÑOSA e HIPERACTIVA.
Maya ha cambiado mi vida, y no estoy exagerando, he aprendido de Maya muchas cosas, como el hecho de estar siempre contenta, de disfrutar todo lo que hace; por ella me volví hogareña (ansío llegar a casa para verla y jugar con ella, y aunque la mayoría dicen que es como mi hija, yo no la veo así, para mi Maya es mi mejor amiga, me conoce muy bien, cuando llego a casa ella detecta mi estado de ánimo, cuando estoy feliz ella lo está aun más, cuando he llorado Maya ha llorado conmigo y lame mis mejillas, y cuando me enojo con ella se hace enana (hay que verla como camina agachada y con las orejas hasta el suelo, jajaja, al verla se me acaba el enojo).
Es increíble como un perro pueda hacer tantos gestos, los beagles lo dicen todo con sus orejas, y saben muy bien que carita poner para convencernos de que les demos comida o les saquemos a pasear.
Yo estoy convencida que si Maya fuera un perro callejero sería feliz, le encanta la vagancia, empieza el día con mucha energía y su caminata matutina jamás me la perdona (es un despertador que no se puede apagar, si no me levanto no deja de ladrar); pero no sé si le gusta más salir a caminar o pasear en el carro, le encanta que sus orejas ondeen como banderas, cuando hago alto en un semáforo llora, ella quiere acción.
Maya entiende perfectamente la palabra “NO”, basta con decirla para que deje de hacer lo que le estoy prohibiendo, la palabra que menos le gusta es “FUERA”, cuando la castigo la mando fuera de cualquier habitación en la que nos encontremos; y la palabra que más le gusta es “SALIR” o “VÁMONOS”, corre y agarra su correa con el hocico y llega a la puerta primero que nadie.»
«La primera vez que la llevé al mar, fue la primera vez que pensé que ya no la volvería a ver, ya que pasó un caballo a todo galope, y Maya nunca había visto uno, y se fue tras él, y no la pudimos alcanzar, afortunadamente el jinete volvió y justo detrás venía Maya, y me sorprendió el gusto que le dio volvernos a ver. Le encanta el mar, la segunda vez la llevé a una bahía sin olas, y Maya se animó a meterse a nadar, fue la sensación, sin embargo me tuve que meter a nadar junto con ella, ya que Maya no avanzaba más de medio metro sin ladrarme para que yo fuera con ella. Me llena de ternura ver que me quiere casi tanto como a la comida, que después de un pedazo de comida soy yo lo más importante para ella.
Maya es muy cariñosa, le encanta sentarse en mi regazo y que le haga cariñitos, y le fascina que le rasquen su pancita.
Su juego favorito es cuando meto mi mano bajo la colcha de mi cama, ella cree que es un monstruo, ya que muerde con ganas (afortunadamente la colcha es gruesa). Y jugar futbol le encanta. Maya es la mascota más popular en la cuadra, todos los vecinos la quieren, y los niños me la piden en las tardes para jugar con ella, la prefieren por sobre sus propios perros, porque Maya es “sangre liviana”, o sea, le cae bien a todos. Se ha ganado el cariño de mi papá, que no le gustaban los animales, sin embargo cuando vamos a visitarlos al pueblo donde viven, Maya se convierte en el perro más feliz del mundo, la casa llena de nietos y todos jugando con Maya, y allá la saco a pasear al campo y la dejo que corra libre, para ella son como vacaciones. En fin yo creo que Maya todo lo que hace, lo hace como si fuera su actividad favorita. Y eso es algo que los humanos deberíamos de aprender de los beagles, disfrutar todo lo que hacemos y estar siempre de buen humor.
Gracias Adfer por todos tus consejos, nos han servido mucho.»
Que Linda Maya!! Se parece a mi Beagle Orion….Dios la Bendiga…! Cuantos perritos tuvo?
Seré abuela!!!
Ya llevé a Maya con el veterinario y me confirmó su embarazo, a finales de mayo tendré «más hocicos que mantener».
Adfer necesito me aconsejes sobre el parto. Bueno te lo pregunteré en otras preguntas.
HOLA GABY¡¡¡
no tienes idea como coincide tu historia con la de mi Bownser los beagles son simplemente IIRRESSISSTIBLES!!! y nosotros somos afortunados en poder compartir con ellos y aprender tantas cosas mutuamente, sabes que me encantaria llevar a mi bownser al mar de echo hasta he soñado su reaccion jajajajajaja!!!!! tienen tanta energia que seguro se encontrarian maya y bownser en china de tremendo hoyo que armarian ehhhhh. Bueno mucha suerte con maya sigue disfrutandola mucho saludos y a maya lenguetazos¡¡¡¡ ( de esos que solo ellos saben dar)
Me ha gustado muchisimo tu escrito sobre Maya tu beagle. Yo tengo un cachorrito llamado Mophy desde hace 5 días atras y en ese tiempo ya estoy más que apegado a el. Es imposible no contagiarse de la alegria y ternura que produce el tener un beagle en la casa.
Ojala sigas teniendo esa maravillosa amistad con maya y que todos sigamos compartiendo nuestras experiencias en esta maravillosa pagina. Hasta pronto y un abrazo
Hola Gabriela!
Me encantó leer sobre Maya, yo tengo dos perritas Connie y Tandy, ya tienen 9 meses y también me han cambiado la vida. Tienes razón al decir que los beagle son cariñosos, porque las mías son un amor, siempre están contentas y por más triste que yo me encuentre, me basta estar con ellas para olvidar todo. Yo no tengo hijos y ellas para mí son mis gemelas y ellas me reconocen como su mamá… porque también me quieren muchísimo.
Me gusta mucho compartir historias con personas como yo, que aman a sus mascotas.
Saludos desde Costa Rica!
me encanto la historia de maya y claro estoy totalmente de acuerdo con todo esto, la raza beagle puede ser necia pero muy linda y cariñosa , eso que cuando llegas siente tu estado eso me parece genial, pero desafortunadamente yo no tengo un perro beagle para escribir su comportamiento, pero creo que algun dia lo tendre y escribire aqui
Hola¡ Maya está muy linda, y tu historia, preciosa. Yo tambien tengo un beagle llamado Manolo y cada día que pasa lo quiero más y lo que me conmueve de mi Manolo es su ternura.
Hola!! lo unico que tengo que decir es que Maya es encantadora y muy divertida, no tengo palabras para expresar como es Maya porque tiene muchas cosas que a un niño lo conmueve mucho, como por ejemplo a mi el primer dia que la vi me daba un poco de miedo pero poco a poco fui dandome cuenta que es muy buena amiga, y cada vez que mi tia la llevaba al pueblo donde vivo me divierto mucho, es como si estuviera jugando con mis amigas, hermanos, primos etc. por eso la quiero, asi como quiero a todo mi familia, es un miembro mas de ella.
¡¡ adios!!
Hola!
Que gusto me da ver por fin a mi Maya en esta página, a poco no es la beagle más hermosa que han visto? jajajaja.
María Tocaya: Gracias, y efectivamente entre Maya y yo se ha creado un vínculo que me sorprende, me pregunto si asi la quiero a ella, como llegaré a querer a mis hijos.
Jorge: La semana pasada estuve en Metepec; me habría encantado conocer a Peny, y ánimo, hubo momentos en que llegué a pensar que Maya no tenía remedio, y vine a descubrir que tengo muuuuucha paciencia.
Marta: A Maya le encanta el mar, excavar en la arena, pero le tiene miedo a las olas, estoy segura que cuando lleves a tu beagle va a hacer un hoyo intentando llegar a China, disfrutalo.
Adfer gracias por publicar todo lo que puse, y mira que corté algunos párrafos, y si le atinaste a la foto.
Jolin…que texto más conmovedor que has escrito.
Desde luego que coincido plenamente en todo.
Me han comentado que a los perros les encanta el mar, y veo que este caso no es una excepción.
Mis padres tienen una casa en la playa y estoy esperando que mi beagle no se mee tanto, para poder ir y que disfrute.
Espero que lo pase tan bien como el vuestro.