Camila, Rapunzel y Gigi: una singular manada

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¡Hola a todos! Somos Alan e Isabel y les presentamos a la manada…

Nuestra primera niña es Camila, a quien trajimos a casa en febrero de 2009. Íbamos ya decididos en adquirir una hembra y al llegar a la casa de los cachorros nos fuimos por la más correlona, que por cierto no se dejaba atrapar. Al cargarla nos dimos cuenta que era más grande que los demás cachorros, y nos dijo la dueña que esa fue la primera en nacer, así que inconscientemente nos trajimos a la cachorra líder a sus 5 semanas. Desde su primera noche durmió en la sala, ya teníamos todo listo para ella menos la camita, pero esa misma noche ella lo solucionó ya que se adueñó de un sillón de bola (como el de Sofi). Lloró un poco por la noche, pero al amanecer la notamos muy calladita, y era porque ya estaba muy cómoda y caliente (hundida) en el sillón, claro que con el tiempo acabó con él. Aun teniendo varios adornos sobre las mesas de la sala, nunca tomó nada, hasta que fue creciendo y las alcanzaba a ver, y pues despertaban su curiosidad, pero insistiendo en NO y DEJA ESO ya solo los ve sin querer robarlos. De las mordidas… pues igual que todos los cachorros, solo que ella no dejaba de hacerlo, y en ocasiones se ponía muy agresiva, si la regañaba me gruñía y yo sinceramente empecé a temerle, hasta que dije : Aquí quien manda soy yo! Y aunque se lea muy exagerado, aun si intentaba morderme (de mala gana) yo no quitaba mi mano al momento de querer darle el famoso toque. Y eso que aun no tenía ni los 4 meses. Aun se pone muy rebelde al momento de llamarle la atención, pero ahora solo ladra un par de veces para negarse a ser regañada.

Gigi y Rapun
Gigi y Rapun

En julio, adoptamos a una schnauzer mini de 4 meses: Rapunzel, que en su casa no podían cuidar y decidieron dejárnosla a nosotros, pero teníamos un poco de duda de cómo la trataría Camila, pues el tamaño en el que llegó Rapunzel era muy pequeño aun para la grandota de Camila. Pero al ver que la aceptó de maravilla y se pasaban el día completo jugando, nos tranquilizamos, desde entonces Rapunzel no ha podido lucir su larga cabellera con tantas revolcadas. Camila no terminaba su comida por irse a jugar, en donde Rapunzel era la líder y Camila la sumisa. Pero al contrario de Camila, Rapunzel es muy sumisa con nosotros, tanto así que con el simple hecho de decirle “afuera” se tira al piso y se acurruca solita. Como ya eran dos perritas correteando por toda la casa (la cual es muy pequeña) les permitimos subir a la terraza, hasta que un día que estábamos fuera de casa nos llamó una vecina diciendo que Camila estaba en la calle, lo cual se nos hacia completamente imposible, pues abajo las puertas estaban cerradas y arriba la terraza tiene barda… pero sí, era Camila… desde arriba se asomaba Rapunzel y en cuanto metimos a Camila, Rapun bajó corriendo desesperada a recibirla, se había preocupado. Según la vecina, desde arriba estaba ella llorándole a Camila mientras que la pobre estaba lidiando con un perro que le quiso hacer pleito, donde según nos dijo: Camila salió más brava y lo corrió. Al mismo tiempo no dejaba que nadie se acercara a la casa, lo que también se nos hizo muy extraño, pues cuando la sacábamos a pasear, le movía la cola a todo el que pasaba, suponemos que esa reacción fue por el susto. Afortunadamente no se quebró ni un dedito, pero por si las dudas ya no permitimos que subieran solas a la terraza, aunque a veces se las ingenian y desbloquean el paso a las escaleras. Es cierto lo de la habilidad que tienen los beagle para trepar, pues antes de su “súper salto mortal” estábamos solas Camila y yo (Isabel), y solo escuchaba que chillaba, la llamaba y como no venía a mí fui a buscarla y la descubrí arriba del tallador de ropa, donde no supo como bajar y yo no me explicaba como subió. Siempre he visto que a Camila le encanta jugar en el agua pues cuando arrojo agua para barrer, es la primera en ir detrás del chorro mientras Rapun busca donde subirse para no mojarse. Otro día tenía una tina llena de agua a mi lado, y en lo que me distraje tantito escuché burbujas: era Camila metiendo la cabeza dentro del agua y hacia bucitos.

Camila 6meses y Rapunzel 4meses

perros jugando

En septiembre llegó una beagle más a la familia: Gigi, quien se veía tan pequeñita a comparación de Camila, y según nos dijeron era de la misma edad que cuando llegó Camila (mes y medio). Al traerla a casa, Rapun fue la primera en ladrarle y Camila solo la olfateaba acorralándola, por lo tanto su primera noche durmió en la sala sola, con temor de que las otras niñas le hicieran daño o la aplastaran (en verdad era tan pequeña), así que se la pasó llorando y trepando los obstáculos que poníamos para que no entrara a la recamara, y yo regresándola a la sala cada vez que lo hacía, hasta que me cansé y me quedé dormida, ya no la escuchamos llorar pero al despertar encontramos a Gigi a un lado de la cama acurrucada sobre su franelita, la cual arrastró sola. A la noche siguiente permití que durmieran las 3 juntas, pero solo Rapun durmió acurrucada con Gigi, Camila estaba en otro rincón de la sala sola. Desde entonces Gigi busca más a Rapun quien se convirtió en su “niñera”, pues la defiende de Camila, quien a veces se molesta con el simple hecho de que Gigi se acerque a ella, también se convirtió en su almohada, pues se queda quietecita aun despierta solo para que Gigi este cómoda cuando se acurruca en ella.

Tuvimos unos días de preocupación con Gigi, se nos enfermó como al tercer día de llegar a casa, le dio diarrea y se notaba muy flaquita en un solo día. Llamamos a la veterinaria y nos dijo que teníamos que darle suero cada 30 minutos, y al día siguiente llevarla a consultar (eso fue en la noche), así que me la tuve que llevar a la oficina para no dejar de darle su suero, y en la tarde llevarla a consultar. Gracias a Dios se recuperó, fueron 2 semanas de estarla medicando, y para cuando la volví a llevar a casa de mi mamá, me confesaron mis hermanos que de lo enfermita que estaba pensaron que no la iba a librar. Ahora está mucho mejor, aunque un poco lenta en crecimiento pero la veterinaria ya le recetó vitaminas. Gigi es sin duda la más cariñosa de las 3, ¿será en agradecimiento por haberla cuidado cuando estuvo enferma? Aquí dejo unas cuantas fotos de las niñas para que las conozcan. Fue difícil tratar de resumir fotos, pues nos la hemos pasado como todo padre primerizo: tomando cientos de fotos!

Un saludo a todos desde Monterrey N.L. México.

Isabel Atilano

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