Maxi, y cómo corregir a un cachorro que mordisquea

Jordi y su familia quieren saber cómo afrontar el problema de un cachorro que mordisquea.

«Hola Adfer.

Me llamo JORDI, después de estar mirando bastante tiempo tu página, al final mis padres se decidieron: compraron un beagle!

Su nombre es Maximilian (le decimos Maxi) y tiene dos meses. Todos lo adoramos, yo ya no puedo estar muy lejos de él…, y pensar que lo adquirimos hace solo dos semanas.

A veces le da por saltarnos a la pierna y mordernos el pantalón, quisiera saber cómo hacer para corregir eso, ya que no encuentro ese post (si es que existe). En general se porta bien, pero quando se pone así es por las mañanas. También las pantuflas de todos (aunque las tengamos puestas), y nos las intenta arrancar, querría saber cómo solucionar ese problema.

Bueno, ahí les dejo unas fotos de mi Maxi.
Felicidades por la página Afder.

Jordi García Lissón»

Este problema ocurre con muchos beagles, sobre todo con aquellos que nacieron en una camada en la que apenas hubo contacto con seres humanos (por ejemplo, en un criadero), pero también está muy relacionado con la necesidad de liberar energía acumulada. Escribimos en su día un artículo sobre el mordisqueo, que seguro vendrá muy bien a Jordi y familia. También aquí hay una colección de entradas publicadas que de alguna manera están relacionadas con este asunto.

Como norma general, hay que tener en cuenta lo siguiente: un cachorro agotado, lo más probable es que se retire a dormir; y de la misma manera, un perrito que no hace más que mordisquearnos los pies, es una mascota que está llamando nuestra atención, generalmente para jugar. Así que démosle juego, pero antes de que él nos lo pida, porque eso también servirá para marcarle la jerarquía y hacerle ver quién manda en casa.

El juego es una de las mejores formas de mantener controlado a un cachorro que mordisquea, hay que hacerlo todos los días, las veces que haga falta, y a ser posible a la misma ahora. En esos enlaces que he señalado se explica también cómo devolverle a un cachorro un mordisco, algo imprescindible para que vaya aprendiendo a no hacernos daño.