El «reencuentro» con nuestras mascotas

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1976

cieloAnoche, justo antes de irme a dormir, me encontré un correo en uno de mis buzones que volvía a recordarme que algún día mis orejudos partirán, y es que tener una mascota conlleva aceptar un encuentro con la muerte, algo que no es más que una parte del ciclo de la vida, del que ningún ser vivo es ajeno.

Yo no sé explicar por qué en mi corazón hay un hueco sólo reservado para mis perros, puede que tenga que ver con una forma de amar, o sencillamente una ilusión que a los humanos nos encanta,… lo cierto es que me apena muchísimo la idea de que algún día me tenga que separar para siempre de uno de ellos.

Ese correo llevaba la noticia de la muerte de nuestro amigo beagle Taco, pero en él Mario me desvelaba una leyenda azteca que me reconfortó, y es que el vínculo con nuestros beagles puede llegar a ser eterno!

[Sé que Mario no quiere hablar ahora sobre los motivos exactos que llevaron a este fatal desenlace, puede que lo haga dentro de un tiempo. Se ha añadido a la página de Taco una actualización reciente que informaba de su enfermedad, y en una segunda actualización el texto íntegro con su comunicado de ayer]

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Mario
15 años antes

Muchas gracias a todos por sus palabras de aliento, realmente las aprecio,

Ciertamente lo más difícil ha sido lo inesperado; si bien tenía un poco de miedo de la intervención, jamás me imagine que acabara por llevarse su pequeña vida. Poco a poco el dolor se ha ido calmando y se llena solo de buenos recuerdos. Esta misma mañana me sorprendí a mí mismo, pensando en cosas triviales al levantarme, prácticamente todos los días me iba a la cama y me levantaba pensando en Taquito.

Lo extraño muchísimo, desde el momento de despertar en que el me escoltaba al baño, hasta la hora de dormir en que se quedaba en nuestra habitación por un rato, antes de empezar su desfile por todos los rincones de la casa. Apenas puedo esperar por tener a su hermano conmigo, siento un poco como si traicionara a Taquito ya que todo lo que le daré era en realidad para él, pero creo que simplemente así es la vida y cuando Dios borra algo, es porque esta a punto de ponerse a escribir….

Y hablando de escribir. No es que no quiera compartirles de los motivos y los detalles de la intervención y de la muerte de Taquito, sucede que aun no he tenido ánimos de ver los resultados tanto del tumor extirpado como de la autopsia, no he ido por ellos. En algunas semanas estaré en la veterinaria con mi nuevo cachorro y cuando tenga la información la compartiré con ustedes, es importante compartir aquí no solo el jubilo que nuestros Beagles nos proporcionan, sino las experiencias duras como esta para poder encender focos rojos antes de que sea muy tarde.

Mil gracias a todos =)

María Cristina
María Cristina
15 años antes

Me ha emocionado mucho esta nota, ¡es tan triste lo ocurrido con «Taco» !…y me toca tan profundamente, porque ya lo he vivido y se el dolor que significa. Cuando eso pasa uno dice: » ¡No quiero más animales, porque uno sufre mucho cuando los pierde….!
Sin embargo, aquí estoy otra vez con mi perrita Luna, (queriendo otra vez). Así es la vida: «no hay que olvidar que el amor y los logros conllevan riesgos». Para cada mascota hay un lugar especial en nuestro corazón y cuando una entra en él, pase lo que pase, se queda allí para siempre.
Para Mario y su novia un cariñoso y fuerte abrazo desde Viña del Mar. Chile.

Graciela
Graciela
15 años antes

Qué tristeza tan grande, qué pena cuando se le ha dado tanta dedicación, lo que es también para los dueños una tranquilidad.
Me avergüenza comentar el lugar que ocupa Homero en mi corazón, y suelo pensar y pedir en que no me falte nunca.. pero en realidad ni hace falta que lo diga, todas las personas que me conocen observaron mi cambio, vivo ocupándome de él (entre otras cosas por supuesto).
Quisiera descubrir qué es lo que ocurre con estos perritos, qué clase de vínculo se da con ellos, por qué si he tenido otros perros, no encuentro respuesta.
saludos a todos y en especial a los dueños de Taco.
Graciela (Buenos Aires, Argentina)

Ana
Ana
15 años antes

Es una reflexión que suelo hacer a menudo, a pesar de que me llena de temor la llegada del día en que tenga que decir adios a mi Leo… Ha sido una tristeza grande la que he sentido leyendo la historia de Taco. Seguro que sus amos lo van a superar, pero necesitarán tiempo… creo muy buena terapia la de tener a su hermanito. Sé por experiencia lo que es perder a tu perro. Mi anterior perrito era un precioso pekinés mestizo que vivió una laaaarga vida de 16 años. Pero cada día lo recuerdo, vive conmigo, creo que siempre será parte de mi. Eso es lo que siempre va a perdurar aunque nuestros «compañeros», algún día nos dejen físicamente. Me encanta ver sus vídeos y sus fotos recordando como me sentía de bien cuando le tenía en mis brazos y como de chiquito era cuando lo trajimos a casa.
Enfín, es ley de vida…
Un abrazo a los dueños de Taco.

Ana

Victoria
Victoria
15 años antes

Siento mucho leer esto nada más levantarme hoy. La Verdad es que me he emocionado leyendo estas líneas sobre el pobre Taco, pues comprendo lo que tienen que estar pasando sus dueños y más aún siendo un perro tan joven en el que se han puesto tantas ilusiones y cariño.
Pero la vida es así y hay que aceptarlo. Tengo una hermana que dice que está segura de que cuando ella entre en el Cielo, le estarán esperando todos los perritos que ha tenido. Me parece una idea muy bonita y me gustaría pasársela a Mario y su novia. También quiero decirles que, si bien no van a poder olvidar a Taco, es una buena idea el tener pronto otro perro pues te distrae mucho y hace que no les eches tanto de menos (lo digo por experiencia).

Nelson Diaz
15 años antes

Hermano, me impresiona gratamente tu manera de expresarte, y cordialmente te felicito, y desde Venezuela a ti y tus mascotas mis mejores deseos. un abrazo amigo.
Excelente tu blog, es agradable percibir esa visión de vida. Éxitos y bendiciones.