«Hola, soy Esther de Valencia (España), y hoy hace dos semanas que llegó a mi casa Lluna, una preciosa cachorrita de beagle. La compré por internet de un criadero de Cáceres y ahora mismo tiene poco más de dos meses y medio.
Está hecha una llorona, los dos primeros días se los pasó así y todavía sigue lloriqueando cada vez que quiere conseguir algo, sobre todo que la cojan en brazos, que le encanta, aunque intento tenerla poco rato para no malacostumbrarla, o subirse al sofá y a las camas, que lo tiene completamente prohibido por mucho que llore. Al final se cansa y se va a su cestita o se queda por algún cojín que le ponemos a nuestros pies para que esté tranquila.
En general, me llevé una sorpresa bastante grata con ella porque de normal es una perra muy calmada y se pasa horas durmiendo, estaba muy asustada después de todo lo que había leído sobre esta raza por internet, pero aun así me decidí a tenerla porque como ya comenté por este blog, es el perro de mis sueños, desde que era chiquitita siempre he querido tener un beagle.
Por poner un ejemplo, las dos veces que la he llevado al veterinario se queda muy calladita y aunque haya otros perros ladrándole e intentando acercarse a ella, Lluna se queda tumbada sobre mis piernas mirándoles pero sin abrir la boca, y de hecho hasta hace nada no la había oído ladrar, y ha sido en casa. Me dio mucha rabia la última vez que fui, porque de normal todo el mundo le dice que es preciosa, etc, pero esta última vez había un par de chicas cuchicheando sobre que esta raza es muy bonita sí, pero que se pasan todo el día ladrando, y por eso nunca tendrían uno en casa. Tuve que contestarles, no me pude callar, les dije que la mía, al menos de momento no es ladradora para nada y que quizás el único problema sería que al ser unos perros cazadores, de adultos tienen el ladrido fuerte pero que, mientras lo eduques para que esté callado en casa no hay problema. Se quedaron bastante cortadas pero es que me da mucha rabia la gente que habla sin tener ni idea.»
«Cualquier perro, de cualquier raza, puede vivir en un apartamento si se le educa adecuadamente, luego ya depende también del carácter que tenga el perro en sí. Por ejemplo, a mí los York Shires, que se supone que son perros chiquitines para tener en casa, me parecen INSOPORTABLES. Conozco varios, y se pasan todo el día ladrando y son super nerviosos, en ese sentido prefiero a Lluna de lejos.
Está claro que de vez en cuando tiene ataques de hiperactividad, que son totalmente comprensibles ya que de momento y hasta el día 28 que le pongan la última vacuna no podemos sacarla a la calle. El truco está en jugar un buen rato con ella para agotarla, y después puede dormir hora y cuarto del tirón perfectamente.
Normalmente cuando voy a dejarla sola en casa hago eso y funciona. Siempre que se queda sola, y por las noches cerramos todas las habitaciones excepto mi cuarto (que es donde tiene la camita) y la cocina (donde tiene el agua, y un cajoncito en la terraza donde todavía estamos intentando que haga sus necesidades). En el momento en el que cierras la puerta de la calle se queda un ratito lloriqueando ahí, pero cuando volvemos siempre la encontramos en su cama durmiendo tan tranquila y sin haber causado ningún destrozo. También es verdad que de momento el mayor tiempo que ha estado sola ha sido una hora y media o así pero, como me había puesto en lo peor, me alegra muchísimo que de momento, ni se pase todo el tiempo ladrando, ni destroce nada al estar sola.»
«Sobre el tema de sus necesidades, aunque parece que lo va pillando, y la mayoría de las veces lo hace donde le indicamos (sobretodo el pipí, el popó le cuesta más), muchas otras lo hace donde le place. De todas formas es algo que de momento no me estoy tomando muy en serio en enseñarle, porque una vez empiece a salir a la calle habrá que reeducarle por completo y entonces sí me pondré más seria en cuanto a que, si alguna vez no puede aguantarse, lo haga siempre en el mismo punto de la casa.
Prácticamente todo lo que encuentra por el suelo se lo mete en la boca, y aunque tenemos mucho cuidado con eso, y si alguna vez coge algo yo voy corriendo a sacárselo de la boca, me estoy temiendo que cuando salga a la calle haga lo mismo… De momento, ni se me pasa por la cabeza el sacarla sin correa y sé que voy a tener que estar muy pendiente de ella, pero tampoco me gustaría tener que estar dándole tirones todo el tiempo para que no se coma nada. ¿Alguna forma para educarla en eso?»
«Otro problema que tengo, y que al principio no me lo parecía pero es el más grande y se podría decir que el único ahora mismo, es el de los mordiscos. Prácticamente siempre que le acercas las manos quiere morderlas porque se cree que estás jugando, yo lo que hago normalmente es ponerle enseguida algún juguete suyo por delante para que vaya a eso y al principio bien. El problema es que ahora hay veces que ni con esas lo entiende y quiere seguir y seguir, te busca las manos y ya me ha hecho algún que otro arañazo o pequeños cortes. También le ha dado, cuando está más alterada, por seguirte por el pasillo y si andas te agarra del pantalón y empieza a gruñir, y yo no quiero que gruña para nada! es lo último que quiero! La regaño como he visto que se debe hacer aquí, agarrándola por la piel del cuello y zarandeándola, pero en vez de entenderlo o agachar el rabo lo que hace es quejarse y volver al ataque, más fuerte! También he probado a tumbarla boca arriba deprisa y muy cabreada pero no se asusta, forcejea hasta que puede soltarse y sigue a lo suyo. Lo que acabo haciendo es ignorarla, igual me siento delante del PC o lo que sea y ella sigue queriendo jugar, se apoya en mi, lloriquea para que le haga caso… llora y llora hasta que se cansa y se va a su cesta.»
«Si volvemos a empezar a jugar, más tarde o al día siguiente y vuelve a emocionarse más de la cuenta, está otra vez igual, eso ha empezado a hacerlo esta semana y no se a qué se debe. Nuestros juegos suelen ser tirarle pelotitas por el pasillo para que vaya corriendo a por ellas, o a por el peluche, darle alguna cuerda para que la siga y la vaya mordiendo, y el escondite o cosas por el estilo. Supongo que lo hará porque entiende que estamos jugando, pero si juega no tendría por qué gruñir ni hacer daño, no? Espero tu opinión sobre este tema, y ayuda!!
Intento dedicar un rato todos los días a enseñarle trucos con recompensas, el «sit» lo tiene bastante claro ya y ahora estoy con el «quieta». Cuando la llamo ya me va prestando atención (al principio me ignoraba por completo) y el «ven» también se le va quedando. Aunque tengo que reconocer que cuando no hay recompensa de por medio obedece cuando quiere.
Por lo demás, es un sol, estoy encantada con ella y espero que en general siga portándose así de bien y se pueda limar la poca mala conducta que tiene. Te mando unas fotos para que veas lo bonica que es, algunas están hechas con móvil y otras con cámara, por eso cambia la calidad.
Y bueno nada más, lo siento si me he extendido demasiado y muchas gracias por leerlo todo y ayudarme. Tu página es toda una guía de supervivencia para los novatos como yo .
Un abrazo.»
El artículo se ha hecho largo y no quiero extenderme en las respuestas:
- Cuando el cachorro no está aún protegido por las vacunas, no se le debe PASEAR, pero sí SACAR fuera un minuto a que haga ese pis que siempre hace cuando se despierta. Se le toma en brazos y se le saca rápido. Es el método más eficaz que conozco para que aprenda.
- Para que NO se coma nada del suelo durante los paseos, lo mejor es utilizar el bozal. Dentro de casa hay que tomar las mismas precauciones que cuando hay niños pequeños.
- El tema mordisqueo es simple, si Lluna te hace daño, le tienes que devolver el mordisco (con tus manos) en la misma intensidad. Se explicó aquí.
- Los cachorros de beagle son incansables, sobre todo cuando cae la tarde, por eso son necesarios juegos intensos. Eso no se debe ignorar, hay que respetarlo, aceptarlo, y durante el tiempo que sea necesario jugar todas las tardes unos minutos. Si no se hace, alterará su conducta y surgirán ‘problemas colaterales’.
Bueno, te escribo esto por si te funciona como me funcionó a mi. Tengo un beagle de dos años y medio y me ha recordado mucho tu escrito a cuando él llegó a casa.
Yo para que se acostumbrase a los ruidos y a las personas y no le costase un «trauma» la calle, lo bajaba todos los días unos minutos en brazos a dar una vuelta para que escuchase ruidos y oliese los diferentes olores.
Sobre los mordiscos, a mi el canalla me mordía el pelo y lo único que me funcionó fue darle la espalda con los brazos cruzados y mirándole a otro lado, es una manera de decirle «no quiero jugar contigo», eso lo hacia cada vez que se emocionaba demasiado y acababa haciéndome daño (sobretodo era por el pelo pero también me mordía las manos como tu comentas) y mano de santo, dejó de hacerlo enseguida. Y sobre que gruñe cuando juega… El beagle es un perro que hace muchos ruidos cuando juega… MUCHOS! así que no te tomes ese gruñido como algo malo, simplemente es que está jugando. Sherlock me pide atención así muchas veces.
Espero que esto te sirva de ayuda.. Y ánimo!