Vito: aventuras, «mafia» y ansiedad por separación.

«Hola,
Soy María y mi perro es Vito. Debe su nombre a Don Vito Corleone, el patriarca del Padrino, y sí, mi perro es un poco mafioso.
Vivimos en Ejea de los Caballeros, un pueblo de la provincia de Zaragoza. Ahora Vito tiene casi 7 meses pero cuando llegó a casa era una bolita de tan solo siete semanas.
Desde el primer día que llegó demostró maneras ya que lo primero que hizo fue meter la cabecita entre las patas de una silla plegable y montar un gran escándalo.
Aunque en la foto parece en un angelito (durmiendo comodamente sobre la cabeza de mi marido), tiene bastante genio.

Escribo a esta estupenda web, además de para presentarnos, porque en los últimos dos meses me habéis ayudado mucho con Vito.
Cuando me reincorporé al trabajo después de las vacaciones de verano Vito comenzó a tener ansiedad por separación. Yo creo que su ansiedad comenzó en ese momento pero quizá anteriores destrozos en su mantita y su cuna fueran un presagio. El caso es que cada vez que me iba de casa se ponía a jadear y a ladrar muy fuerte, cosa que hasta entonces no había ocurrido. Estando en casa con él también note que cuando estabamos sin hacerle caso un rato tenía unos extraños temblores, principalmente de cabeza, y me asusté muchisímo. Fue entonces cuando lo llevé al veterinario y me dijo que con toda seguridad se trataba de un caso de ansiedad por separación. Desde ese mismo día comencé el tratamiento y la terapia familiar. He leído todo que estaba a mi alcance para comprender lo que le ocurría e intentar ayudarle porque lo pasa francamente mal. Los artículos de esta página me ayudaron muchísimo y gracias a ellos hemos ido mejorando.
Hoy en día ya esta mejor aunque siguen temblandole las piernas cuando ve cerrarse la puerta y yo me quedo al otro lado, pero ya no jadea ni ladra y cuando vuelvo a casa esta tranquilamente dormidito al sol.
Además de acabar con su ansiedad, he mejorado mucho mi relación con él gracias a vuestros consejos, ya que mi beagle siempre me está retando sobre todo cuando jugamos (él todo lo considera un juego) y desde que he aprendido a imponerme ha dejado de mostrar ciertos indicios de dominancia que había percibido.
Eso sí, Don Vito sigue ahí, en la mafia. Jugando a morder, capturando comida extraviada, y haciendo monerías cuando ve una chuche de perro cerca. Siento haberme extendido tanto, pero cuando hablo de Vito no acabaría nunca. Espero no haberos aburrido, y prometo próximas entregas del Padrino de Ejea.»

Gracias María por las estupendas fotos y el gratificante relato. Vito ya es la envidia de mis beagles por todo lo que le hacéis disfrutar de la naturaleza.

[Recuerdo a los más nuevos que ya hay varios artículos sobre la Ansiedad por Separación donde pueden leer y hacer consultas. Este artículo es para hablar sobre Vito y su mafia]

ACTUALIZACIÓN 1 (diciembre 2008): María nos cuanta los progresos de Vito y la acomodación a su caseta.

«Hola a todos.
Os mando nuevas fotos de Don Vito Corleone que sigue haciendo de las suyas en la villa de Ejea.
Como ya comenté en un anterior mensaje, Vito ha tenido ansiedad por separación y gracias a los consejos de esta web y al apoyo de toda nuestra gente ha mejorado mucho. Hace un par de semanas le compramos una caseta de perro de pvc y se la pusimos en la terraza cerrada que es donde duerme. Metimos su cunita y algunos juguetes dentro. Al principio no quería meterse dentro pero pasados un par de días comenzó a dormir dentro.
Además y para mi sorpresa, desde ese día ha dejado totalmente de ladrar y jadear cuando nos vamos de casa. No se si se debe a que la caseta le da mayor seguridad o simplemente ya ha comprendido que vamos a regresar y puede quedarse descansando tranquilo.
A veces salta un poco cuando cierro la puerta reclamándome porque me voy, pero lo veo mucho más tranquilo y cuando llego esta plácidamente dormido en su caseta o en algún corrico de sol.
Os mando algunas fotos con su caseta. En otras está bostezando, todas las noches nos da un recital de caretos pidiendo mimos y bostezos varios.
Prometo más entregas de Don Vito Corleone y su familia.

Un saludo, María, Javi y Don Vito»

ACTUALIZACIÓN 2 (junio 2009):

«Hola de nuevo a la gran familia de amantes de los beagle.

Soy María, la dueña de don Vito, y os escribo de nuevo porque han ocurrido muchas novedades en “la mía familia”.

La más importante de todas sin duda es la llegada de un nuevo miembro a nuestra manada. Ella es Duna, una cachorrita de beagle que llegó a casa con dos meses y tres kilos y medio, y que ya tiene tres meses y una semana con un peso de cinco kilos ochocientos (parezco una mamá con su bebé dando estas informaciones). Es preciosa y como comprobaréis en las fotos, aunque todavía cambiarán mucho sus colores, es bastante simétrica. La compramos también en un criadero, está vez en Salamanca.

Duna se ha adaptado a la perfección, gracias a la inestimable ayuda de Vito que la ha ayudado a integrarse en la familia. Puede parecer irreal pero cuando Duna intenta morder algún mueble o subirse a algún sitio, Vito es el primero que le da un toquecito con el morro para que sepa que eso no se hace. Ya ha aprendido a sentarse y dar la patita, es muy lista y además aprende muchas cosas por imitación viendo como a Vito le recompensamos por hacer algo.

He notado muchísimas diferencias entre Vito y Duna, aunque el carácter beagle mafioso es innato. A parte de la experiencia que nos ha dado un primer cachorro algo complicadillo, y que hemos aprendido de nuestros errores, el pobre Vito ha pagado nuestras novatadas, Duna es mucho más mimosa y tranquila. También hace más caso a los regaños (aunque siempre vuelve a intentar sus tretas) y en general yo creo que es más equilibrada que Vito en todos los sentidos. Desde el primer día comprobamos que Duna era otro mundo. Al igual que Vito, Duna nos llegó por MRW, y al contrario que Vito, ella estaba totalmente tranquila en su jaula, en cuanto la recogimos comenzó a chuparnos y no mostró ningún miedo al llegar a casa. La primera noche, como todas las demás, Duna estuvo tranquilísima y no emitió sonido alguno, gracias en gran parte a la compañía de Vito, por supuesto. Al principio Vito no quería dormir con ella, mientras que Duna buscaba su calorcito, pero para mi sorpresa, por la mañana ya estaban los dos en la misma cuna. Tampoco se sobresalta si la dejo sola en casa, incluso sin su compi Vito, y esto para mí (como ya sabéis) es toda una novedad. Vito al principio lo pasó un poco mal, porque para él cualquier cambio suele ser una causa de ansiedad ya que es muy nervioso. Cuando los dejaba solos le entraba ansiedad y Duna le mordía cuando el se ponía nervioso, yo creo que atacando esa energía. Afortunadamente ya está más tranquilo y se ha acostumbrado a compartir todo con su nueva amiga.

Juegan muchísimo juntos y a veces me parece que un poco brusco. Al principio me asusté un poco, pero he comprobado que no se hacen ningún daño, ella si que le da algún mordisco malintencionado a Vito, pero el jamás le muerde aunque a veces la aplasta un poquito. Duna se ha establecido por encima de Vito (literalmente, ya que se le sube encima) en lo que a los juguetes, juegos y cuna respecta, sin embargo en la calle Vito lleva a cabo su “vendetta” porque Duna no puede alcanzarle. Lleva solamente diez días saliendo a la calle andando, y ya hace gran parte de sus necesidades en ella, aunque a veces se aguanta hasta llegar a casa. Decidimos no ponerle en casa periódicos ya que con Vito no fue muy bueno, porque se dedicaba a destrozarlos y comérselos. Anteriormente la habíamos sacado de paseo en una mochilita para perros y hemos notado que está mucho más acostumbrada a los ruidos callejeros y no se asusta tan fácilmente.

Vito la cuida muchísimo, la asea a lengüetazos, va en su busca si se retrasa, y en cuánto lloriquea corre en su ayuda.

Voy a dejar de hablaros de Duna porque tenía otra noticia no tan gratificante que daros referente a Vito. No lo había comentado anteriormente porque teníamos la esperanza de que se solucionara de forma natural, pero Vito tenía un testículo inguinal. El caso es que estas Navidades, el veterinario nos dijo que ya no era posible que le descendiera, y que era mejor operarlo antes de que Vito cumpliese el año. Así que con un miedo terrible, decidimos operar a Vito, y ya que no pensábamos en que Vito tuviese descendencia porque no lo recomiendan cuando tiene alguna enfermedad como esta que puede ser genética, le quitaron los dos testículos. La operación fue muy bien, y tras un día bastante trágico para nosotros, ya que él no se enteró de nada y se portó fenomenal, Vito volvió a ser un mafias tras los efectos de la anestesia. Ahora está bastante más calmado, en parte también por la llegada de Duna que lo deja exhausto con sus incansables ganas de jugar, y que ahora es el hermano mayor y debe dar ejemplo.

Os contaría muchísimas más cosas de ellos porque para mi es un placer verlos juntos y disfrutar con ellos. Han cambiado nuestra vida, y aunque a veces es duro y estás cansado para liderar tu manada, su presencia nos gratifica y cuando no estamos con ellos los echamos muchísimo de menos.

Gracias a todos por tragaros esta novelaza y enhorabuena por tener un beagle en vuestra vida.

(Si no pudiesen publicarse todas las fotos no importa, igual son muchas)»