«Hola!
Mi nombre es Mónica, vivimos en Caracas (Venezuela). Mi esposo me regaló a Pancho, nuestro beagle de dos meses. Pancho nos da mucha alegría, pero estoy preocupada porque no me hace mucho caso ni me respeta mucho, y con mi esposo sí lo hace, sin embargo Pancho pasa más tiempo conmigo y no sé cómo hacer para que me haga caso…
Se la pasa mordiendo todo el tiempo, y cuesta enseñarlo a hacer sus necesidades en un solo sitio, pero es un gran perro, muy dulce!!! Pancho trajo mucha alegria a mi hogar….les anexo unas bellas fotos de mi perrito.»
«Mi perro no me hace caso. ¿Qué hago?»
Bueno, ésta es otra de esas preguntas que da para escribir un libro entero. Antes que nada quiero recordar que un cachorro no es un juguete, que un perro decide si echarse sobre un cojín o sobre el suelo, si hacerle más caso a esta persona o a aquella, etc… Digo esto porque no hay nada más aburrido que una mascota ‘sin alma’, que todo el tiempo se lo pasa esperando las órdenes de su dueño para hacer algo.
Es una maravilla ver cómo estos animalitos se comportan a veces, yo por ejemplo disfruto muchísimo con las ocurrencias que casi a diario tienen mis beagles.
Pero los perros responden según la jerarquía que se establezca en la manada, y aquí hay que recordar que para un perro, cada persona miembro de la familia es otro perros más. Así que la pregunta más bien sería «¿qué lugar ocupo yo en la manada?«.
No hay duda de que para Pancho, el marido de Mónica es el jefe de la manada, de ahí que le haga caso más fácilmente que a ella, sencillamente porque ha aceptado ese rol, y lo más importante: lo respeta. Un beagle no sólo tiene en cuenta nuestro tono de voz y firmeza a la hora de aceptar o no nuestras órdenes, sino que también percibe las jerarquías entre los otros miembros de la manada, de tal manera que si en un hogar hay una persona a la que TODOS respetan y obedecen, probablemente el perro aceptará esa jerarquía con mayor rapidez. Por tanto, aquí de lo que se trata es de ser un líder para él.