Esta entrada de nuestro blog tiene que ver con un beagle de Madrid llamado Byron. Es un nombre muy potente, ya utilizado por otros dueños que han pasado por nuestro sitio. Este artículo será especialmente útil para quienes intentaron educar a un cachorro con papel periódico o similar, pues se añaden recomendaciones al final. Gracias a Mati por enviarnos un email muy completo, con buen contenido: texto, fotos, y vídeo.
Buenos días, soy Mati y os escribo desde Madrid, para presentaros a Byron. Es nuestro pequeño beagle, también conocido en casa como “Destroyer”, imaginaros por qué… Tiene ya casi cuatro meses, y nos tiene a todos en casa rendidos a sus pies. La que nos convenció para tenerlo fue nuestra hija de 15 años, que desde pequeña nos lleva pidiendo un perro en su carta a los Reyes Magos. Primero me convenció a mí, y luego a su padre, que le puso como condición que fuera un perro de raza pequeña y que no soltase pelo… Pero, como veis, al final nos decidimos por una raza que no cumple ninguno de esos dos requisitos.
Al investigar sobre las razas de perros, ésta fue la que nos gustó a todos en casa.
Lo más destacable del carácter de Byron es que es un perro muy sociable, nada miedoso, y muy cariñoso. Le encanta salir a la calle a jugar con sus amigos perros, en un parque que tenemos cerca de casa. Allí pueden jugar seguros en un espacio bastante grande que está vallado. Se lleva bien con todos los perros, incluso con los más grandes, pero su preferido es otro beagle que es casi de su misma edad, y da gusto verlos jugar.
Otra cosa que le encanta es tumbarse encima de nosotros y que le hagamos mimos.
En casa, poco a poco se va portando mejor, aunque a veces le da la vena salvaje, lo muerde todo y no obedece, aunque le regañes. Le encanta morder cables, plantas, mantas, cojines, zapatillas…
Le hemos enseñado la orden “siéntate”, y se la decimos cuando está guerrero. La mayoría de las veces sirve para que se tranquilice y deje de hacer lo que esté haciendo.
Un error en la educación de Byron
Ahora nuestro hándicap está en reeducarle para que haga pis y caca en la calle. Le enseñamos a hacerlo en el empapador, lo cual aprendió muy bien desde el primer día. Pero ahora cuando hemos empezado a sacarle a la calle, después de la tercera vacuna, nos está costando que aprenda a hacerlo fuera.
Hemos seguido el consejo de sacar a la calle el empapador, pero no hay manera. Le estamos recompensando con premios cuando alguna vez hace pis en la calle, y esperamos que vaya aprendiendo.
Os envío algunas fotos y un vídeo del primer día en casa con 2 meses.
Un abrazo.
Mati
Cómo hay que educar a un cachorro
La mayoría de dueños de perros cometen el mismo error: no sacar adecuadamente al cachorro a hacer sus necesidades fuera. Es cierto que mientras no están completamente protegidos por las vacunas, hay que evitar la calle. Pero lo que el veterinario quiere que evitemos son largos paseos, y por lugares donde han estado otros perros. Mi veterinaria me lo dejó bien claro hace tiempo: “saca a tu beagle unos minutos a que haga sus necesidades, por un lugar limpio, y luego a casa de nuevo”. Así he educado a mis beagles, y por eso cuando tenían 4 meses apenas hacían sus necesidades dentro de casa.
¿En qué consiste la reeducación?
Si te ha ocurrido como a Mati con su beagle Byron, entonces debes re-educar también a tu cachorro. Hay que actuar lo antes posible, para que esa costumbre de hacerlo en un periódico, o empapador, no se convierta en un hábito difícil de suprimir. Puedes leer mis recomendaciones generales para educar a un cachorro, porque ahí hay algunos trucos importantes. La reeducación consiste principalmente en enseñar a tu perro de la manera que tenías que haberlo hecho en un principio. Obviamente Mati tendrá que quitar de la vista de Byron el empapador. Si utilizaste periódicos, pues escóndelos. Esta reeducación requiere que vigilemos de cerca a nuestro cachorro, pues tenemos que anticiparnos a sus necesidades, y actuar rápidamente. Es entonces cuando lo sacamos fuera, a ese sitio limpio. Lo explico con más detalle en este artículo, para que en un par de semanas puedas corregir a tu perro.
